Tuesday, November 28, 2006

Antes del festejo

Ya podemos sentirnos satisfechos. Con el nuevo gobierno la educación, la ciencia, la cultura y la tecnología serán delicadamente colocados dentro de una bolsa de plástico y arrojadas a un tiradero clandestino. Mientras los beneficiarios de la actual política económica esperan el retorno de una falsa época de esplendor porfiriano, en los hechos se vuelve a la confusión, frivolidad y violencia de la primera mitad del siglo XIX.
En 1842 Ignacio Rodríguez Galván terminó su poema Al baile del señor presidente. Al leerlo no dejan de visualizarse no muy remotas escenas en el Palacio de Chapultepec. Viéndolo bien, para una cierta clase política, Chapultepec con música es el equivalente a la fiesta de XV años: la celebración de lo que no se es y nunca se será.
Va una estrofa de Rodríguez Galván:

Bailad mientras que llora
el pueblo dolorido,
bailad hasta la aurora
al compás del gemido
que a vuestra puerta el huerfáno
hambriento lanzará.
¡Bailad, bailad!