Saturday, July 24, 2010

La lucha contra un dictum

Me gusta escribir. De hecho, la mía fue una infancia entre libros y dibujos. Siempre sentí predilección por la biología (animales sobre todo) y la literatura. Al final de la preparatoria la indecisión era absoluta. Mi padre ayudó a solucionar el problema. "Necesitamos un abogado" me hizo llegar la sugerencia a través de mi madre. Y en un acto trascendental, accedí. La lucha posterior a mis primeras tres semanas fue de antología entre un padre convencido de que tenía un hijo irracional y el hijo que no toleraba en lo más mínimo la facultad. Al final, pactamos: "Termino derecho pero me ayudas a cursar otra carrera" El accedió, pensando que a la larga iba a entrar en razón y rematando con el dictum favorito de la gente razonable contra los estudiantes de humanidades: "Te vas a morir de hambre".
Lo bueno de la facultad -descontando el aislamiento, el rechazo a la forma de ver el mundo de los compañeros, el aburrimiento y todos los demás problemas que venían a juntarse-es que era el lugar perfecto para leer. Con un ligero repaso al código se tenía tiempo para acceder a novelas, obras de filosofía, historia, sociología, arte. De todo, menos derecho de ser posible.
Y no es que fuera malo. Parte del sí inicial -antes de estrellarme con el muro- se debía a la inmensa multitud de abogados que habían sido escritores. Pues si, pero para mí el escribir se volvió una defensa tenaz de mi ser, algo que me daba un lugar y un destino.
Terminando la carrera, fuí a la UNAM. Realmente fue una zambullida en la libertad y la pluralidad. Hasta la huelga agradezco, aunque me pasó a traer. Con mi título de abogado - pese a todo, tuve un buen promedio- y mis estudios de literatura, entré a la Maestría en Literatura Mexicana. Nuevamente la idea era escapar al dictum "Te moriras de hambre" y al tedio del litigio. Hoy tengo un doctorado, he dado clases en Aguascalientes y Puebla, y sigo pensando que todo esto no es sino un medio para vivir decorosamente y seguir escribiendo. Faltan las publicaciones, faltan los concursos, pero yo sigo escribiendo y eso quiero seguir haciendo. Y sigo contradiciendo con toda mi alma ese dictum que ha frustrado a tantos: "Te vas a morir de hambre".
Por cierto, gracias a que escribo, conocí a la mujer que quiero.

Wednesday, July 21, 2010

Reflexión

En paralelo a las primeras entradas de este blog, se realizaban las marchas ciudadanas contra Mario Marín tras el escándalo Nacif. El día de hoy la noticia son las resistencias gubernamentales a preparar la entrega recepción al nuevo gobernador Rafael Moreno Valle. En mi caso no se trata de alegría por el triunfo del opositor, sino de algo un poco más difuso: me alegra que pese a todas las desviaciones, anomalías y vicios, no se le haya dado continuidad a una de las visiones más arcaicas de la política mexicana. Demasiado patrimonialismo, demasiado desdén a la opinión pública, demasiada prepotencia. Fue un sexenio largo, gris, sin iniciativa. El pendiente es saber que tanto maduro la consciencia ciudadana en este tiempo. No creo que la historia pase en vano.
Otra pregunta, más compleja, es como incide lo público con nuestras pequeñas historias. O qué pensarán los actores de este periodo ya lejos del poder, cuando estén solos con su conciencia.

Friday, July 09, 2010

Sábado noche

Klimt. El beso. Decirle a alguien: te veo en esa imagen. Te siento en esa imagen. Eres como las mujeres que Klimt retrata. Solo pensarte me coloca en una extraña perspectiva. Si, sé que eres tú, tu historia, tu nombre. Pero más allá de eso, cosa de charlar un poco, de oir tu voz, la historia pasa a segundo termino y de repente ya estoy del otro lado, en ese mundo lavado por la lluvia donde todo renace y yo mismo soy un ser nuevo.
Igual pueden venir todas las imágenes, los aromas, los roces. Es un estar fuera del mundo. Por eso Beatriz de Dante Gabriel Rossetti. O el Nacimiento de la Primavera de Botticelli. Todas las que posaron eran las mujeres amadas por los autores. Hay algo diferente en ellas. Son quienes son pero tambien lo que eran para quien las pintó.
Y frente a una mujer un hombre siempre será tan torpe...
En fin, continua la lluvia.

Lluvia

Llevo una semana más o menos en casa de mis padres. La lluvia no para y aprovecho para leer. La prensa esta llena de frases hechas, de series de palabras que hace mucho renunciaron a intentar escudriñar los hechos. Es un juego de espejos, bien lo sé, pero en ese juego resulta díficil ubicar algo que no sea el reflejo del reflejo.
Por ahí recuerdo una charla rápida con una colega lingüista. De alguna forma identificaba la literatura con la ficción. Yo aduje - sin poder recordar el autor que señala esto- que más bien era una cuestión de "dicción", del cómo se dice algo independientemente de si es referencial o no. El famoso "cómo se cuenta" de los talleres literarios.

Y ahora estoy un poco vacío. No sé qué escribir. Tengo pendientes ponencias y artículos académicos pero me pesa escribirlos. Es un problema de libertad - sé que por presión al currículum los escribiré- pero el problema es no tener la soltura que alguna vez tuve.

Bueno entre queja y queja esta esta entrada de blog y ya a lo lejos se asoman otras cosas más agradables e interesantes para los que leen.

Wednesday, July 07, 2010

Tu presencia

Aunque no estás - y yo soy el que no estoy-, aunque no te veo, aunque de momento te me escapas y yo escapo, sigo contigo. Y las largas caminatas suceden una y otra vez en mi mente, el toque discreto con tu piel en la calle, la mirada furtiva y no tanto que se perdía en tu cuello, la tentación de acariciar la nuca y ese extraño ejercicio de imaginarte como te verías desde arriba, cómo te verían los ángeles si existen.


E igualmente sin estar, pensando en el paso rápido que tantas veces me esforce por alcanzar, la mirada luminosa que más allá de las pequeñas tormentas siempre me dejo expectante, como quien se asoma desde el risco a un lago, siempre queriendome lanzar a tus ondas y a tu abrazo. Todo eso, estando sin estar.

Y aunque de momento estos no son más que signos oscuros sobre un fondo claro - o signos claros sobre fondo oscuro- más allá de esta lectura donde los actos tomán cuerpo y la realidad gota a gota nos reduce a la existencia cotidiana, ahí, donde esta lo que más quiero y quiza aquello que justifica mi presencia en este plano, estas tú.


Te quiero mucho Tani.