Saturday, November 07, 2009

Graciosa huida

Estimados lectores:

Este blog ya se extendió demasiado. Debemos extender otro. A partir de ahora pueden leerme en http://exploraciones-extravios.blogspot.com/

Sigamos en contacto.

Sunday, October 25, 2009

El Cervantino, trece años después.

Regresé a Guanajuato durante el Festival Cervantino. La última vez que asistí fue en 1996. En aquel entonces no bebía y mis expectativas de viaje eran muy diferentes a la del resto de los excursionistas. Conocí el museo Rivera, el Chavez Morado y, sobre todo, el afán catártico de miles de jóvenes apretujados en las callejuelas de la ciudad. Recuerdo el embate de los jóvenes de la UNAM antes de la huelga, las expectativas de un proceso político donde se abría la posibilidad de elegir electoralmente al Jefe de Gobierno del DF. Había un aire de apertura que hoy se ha perdido.
¿Qué encontré? Mayor organización. Ya la gente no se abarrota a cada esquina, sólo en ciertas esquinas. Los jóvenes continuan con su empuje y su goce, pero en esta ocasión no encontré ese aire colectivo de descubrimiento. Están volcados en sí mismos. No me refiero a aislamiento, sino más bien a reflexión. Por cierto, también noté mayor integración. Ya va gente de otras áreas de México, no sólo del centro norte.
Por lo menos en esta ocasión, si me integré en la fiesta. Remate de noche entre nuevos amigos y escuchando una excelente guitarra. De cuando en cuando, nombres queridos asaltaban mi mente y alzaba la cerveza brindado por ellos, esperando que esta muda en los tiempos los haya colocado donde querían.

Thursday, October 08, 2009

La hora de Honduras

Si tratamos de ver la historia centroamericana desde una perspectiva de larga duración, es posible captar una situación crítica común en la cual las oligarquías locales se ven confrontadas por procesos reformistas que buscan instaura algunas libertades democráticas y derechos sociales. Estos procesos son abortados y se desata una violencia insurreccional que termina, normalmente, en un pacto que permite alcanzar la situación propuesta por el proceso reformista pero después de cobrar inmensos costos en términos económicos e institucionales.
Desde la guerra de 1948 en Costa Rica hasta los pactos de Chapultepec en 1992, mismos que cierran el conflicto armado salvadoreño y sirven de pauta para la paz en Guatemala, la lucha de las oligarquías centroamericanas por mantener el monopolio del poder se ha saldado con violentos conflictos. El día de hoy, este movimiento general ha alcanzado al único país intocado en su estructura económica e institucional en el itsmo centroamericano. La gran duda es si se aprende del pasado y se aprovecha la coyuntura para transformar la estructura social del estado dentro del marco de lo político o se cierra esta vía y se inicia un nuevo ciclo de insurrecciones dentro de un marco muy diferente al de la guerra fría.
Zelaya no puede ser un nuevo Arbenz.

Friday, September 25, 2009

Signos del otoño

Es de mañana. Los prados de la universidad amanecieron cubiertos de hojas. No sé si llevan semanas así, pero el hecho de que la caída –el lugar común- coincida con el día preciso del equinoccio me hace sonreír.

Acabo de regresar de Puebla. Los días se sucedieron lenta y placenteramente. Y ahora al mirar las hojas y los prados no puedo dejar de recordar la descripción que me hacen mis hermanos de los días en Chicago. La diferenciación de las estaciones no es algo que de por hecho: en San Rafael los días son una sucesión de sequia, lluvias, canícula, más lluvia, mares tranquilos y disfrutables, inundaciones o huracanes, la luna de octubre que es la más hermosa, nortes inacabables y de nuevo seca. Puebla también tiene sus detalles anómalos, aunque es más seria con su promesa de lluvia a las cinco de la tarde al final del verano y principio del otoño.

En fin. Viene un periodo largo, una larga caminata que implica más que estar pisando las hojas de los fresnos. Otoño e invierno. Cosecha e incubación.

Wednesday, September 09, 2009

Últimos días

No. De momento no ajustaré cuentas con la realidad social. Tampoco con Aguascalientes, una ciudad que me ha sorprendido, que poco a poco supera mis prejuicios y me deleita con una bandeja de frutas cada mañana.
De momento soy el campo de batalla de múltiples recuerdos. Tengo pesadillas, me licuó y me fragmento y al despertar voy al trabajo como si nada.
No estoy mal. Sólo que deje demasiados asuntos pendientes, demasiada tensión inmediata me impedía el diálogo conmigo mismo. Ahora mi subconsciente esta manifestando asuntos olvidados.
Vienen días fértiles, pero tambien determinaciones necesarias.

(Quiero leer Nadja nuevamente).

Saturday, August 22, 2009

Soledad en el tiempo

Estos días la soledad se ha convertido en una compañera particularmente fiel. Más allá de la habitación –donde empiezan a acumularse los papeles, los esquemas, las ideas y una cierta ansiedad perfeccionista que casi siempre me ha llevado a la insatisfacción- esta una ciudad elevada en círculos concéntricos la cual, aunque se presenta en medio de lamentos por un pasado lejano, en realidad es uno de los mejores lugares que he visto para vivir.
Mientras tanto, aprovecho la soledad para explorar los vericuetos de los años recientes. A un cierto nivel, parece tan lejano todo, desde los golpes tan duros hasta los momentos de ternura desbordante que, realmente, pareciera que otro lo vivió, que otro lo vio.
Sin embargo, todo lo siento aquí. Desde palabras de amor no suficientemente dichas hasta huesos rotos de la consciencia.
En fin, la marcha continua. El aprendizaje.
(Y esta todo eso que vengo postergando en paralelo al avance del juego de la Flaca. Sé de cierto que en ajedrez hay momentos en que el jugador confrontado alcanza una lucidez extrema y cambia, decide la partida. Rezo por esa lucidez, por los movimientos correctos, pero igualmente se me humano y eso implica trastabillar).

Tuesday, August 18, 2009

Fin de sexenio

Todos tenemos los presagios que merecemos. En el mundo del poder lo mismo puede ser un ave de vuelo irregular, algunas voces que gritan en la noche, un cometa o, incluso, manos inmateriales trazando palabras en los muros de palacio. Para el gobernador de Puebla, el presagio llegó bajo la forma de un conductor que popularizó su sentido del humor. Ese día, Adal Ramones le dijo: “¡Que tal mi gober! Ya sólo le queda año y medio”.
Año y medio. El conductor cumplía una de las funciones del loco de la corte: recordarle al gobernante su finitud. Y ese día – aunque no vimos el rostro ni el gesto del personaje confrontado- el mito político creado por Manuel Bartlett, el dueño de los hilos del poder, el sobreviviente de tantas mareas, debió sentirse humano otra vez. No sabemos si recordó su época de penurias, el trabajo en los pasillos helados de Gobernación, el eco de las marchas y la presión de tantos movimientos que tuvo que “encauzar”. Menos aún si en su mente estaban esos momentos -¿pocos? ¿muchos?- en que el poder comienza a saber dulce, en que las privaciones se ven lejanas y, al contrario, hay una promesa de control total de la situación.
Lo seguro es que la broma no debió ser graciosa. Por más que la debilidad del presidente de la república le haya permitido sobrevivir la embestida de los medios y las clases medias de la capital del estado, por más que su grupo político tenga la plena hegemonía del estado, él sabe -¿Lo aprendió con Don Manuel? ¿O es de esas cosas que siempre se saben?- que no hay maximato que valga, parentesco político o de sangre que sobreviva a la investidura. El poder, dice el protagonista de El otoño del patriarca es una bolita que se tiene o no se tiene.
Ya sin él, Mario Marín será dos. Será un nombre, una estadística, quizá la denominación de algún mercado o la entrada en un diccionario especializado. Será la referencia inmediata del poder, aquello de lo que habrá de desmarcarse su sucesor, sea quien sea. Frente a esta dimensión de Marín el nombre, Marín el hombre deberá rehacerse. Ante lo inédito de su sexenio, ante el peso de su legado, esta transición será aún más costosa para él que lo que fue para sus predecesores.
E igualmente costosa será para la entidad, inmersa en un proceso de transformación que viene de lejos, donde el lugar que ocupa dentro de la federación, el proyecto de sociedad al que aspira y tantos otros aspectos fundamentales siguen sin definirse.
(Mes y medio después, Adal Ramones se revelo como un presagio inexacto. La Suprema Corte determinó que, realmente, sólo quedaba un año antes de la elección constitucional. Y el declive comenzaba).

Thursday, July 30, 2009

Instrucciones de viaje

El viaje en carretera tiene sus secretos. El chofer debe ser un interlocutor interesante pero no puede dejar de concentrar su atención en el camino. El copiloto no debe perder ningún detalle de los parajes al borde de la carretera, los atisbos inesperados de belleza y todo aquello que permita la conversación inconexa con el chofer. Cuando algo que de verdad valga la pena aparezca, ambos estarán de acuerdo.

Wednesday, July 08, 2009

Mi testimonio de Gilberto Castellanos

Ayer tuve el honor de atestiguar la lectura de una serie de poemas inéditos de Gilberto Castellanos (Ajalpan, 1945). Para quienes no lo conocen es necesario saber que Gilberto Castellanos es el vínculo entre la tradición poética mexicana de la primera mitad del siglo XX (misma que pervivía en una serie de agrupaciones y personalidades cuya actividad pudo apreciar el autor en su juventud) y las nuevas generaciones y sensibilidades.
Profesor normalista, funcionario cultural, pero sobre todo un poeta de innegable disciplina y rigor, Gilberto Castellanos compartió con mi grupo de postgrado una charla hace años, donde nos reveló la tremenda exigencia de concentración que se impone aún en nuestros días. En aquel entonces, alertaba sobre los medios de distracción masiva y la imposibilidad de crear poemas de gran aliento, concebidos desde su proyección como obras abarcadoras de una totalidad poética, si el poeta previamente no había educado su capacidad de concentración de manera que pudiera sostener la tensión e intensidad del poema a lo largo de todo un libro. Particularmente recuerdo su insistencia en la entrega a un trabajo constante de escritura y revisión en las horas nocturnas, animado por una capacidad de concentración educada, por ejemplo, en la observación de películas que, como las soviéticas, exigían atención durante un tiempo mayor al del cine comercial norteamericano.
La lectura del día de hoy, mostró a un Gilberto Castellanos inmerso en una doble lucha. Por un lado, una lucha con su propia obra, buscando descubrir y redefinir sentidos y caminos para su poesía frente a condiciones mucho más adversas de las que comúnmente podríamos pensar. Por otro lado, una lucha contra las limitaciones que le impone su estado de salud. En realidad el contraste entre los signos y secuelas de la enfermedad física y la lucidez mental más absoluta no deja de imponer.
Hoy Gilberto Castellanos no es sólo el poeta que ganó en 1982 el Premio Latinoamericano de Poesía con Mirar del Artificio. Hoy es un poeta que esta luchando por su poesía en un contexto en que alguien menos valiente habría callado. ¿Cómo le hace? Su secreto es un espíritu forjado en la disciplina y el rigor poético contra todas las pequeñas distracciones cotidianas. Gilberto hace hoy lo que hizo siempre: no dejar que lo interrumpan cuando escribe.

Friday, July 03, 2009

Honduras

El golpe de estado en Honduras me llega muy directamente porque, pese a lo que normalmente piensa la gente que ve la televisión, la apaga y puede dormir tranquila , siempre hay vasos comunicantes entre esos eventos y la vida cotidiana. O si no cotidiana, su con algo que nos pertenece, que nos toca.
Honduras en particular es la antigua Hibueras. Fue camino a ella que Cortés decidió ahorcar a Cuauhtémoc. Igualmente hay una economía y una sociedad similar que se entrelaza desde Veracruz hasta Panamá: cultivos tropicales, agricultura extensiva, tensión entre la ganadería y los bosques y selvas. Pensar que un golpe tan retardatario es sólo un remanente centroamericano de la época de la United Fruit, si bien puede ser cierto, en realidad pasa por alto el que la región centroamericana, con Canal y vías de paso a todos los tráficos es un todo. William Walker atacó la región después de atacar México. Y apenas hace unos años se pudieron firmar los tratados de paz que pusieron fin a las guerras del Salvador y Guatemala. En todo el Sureste mexicano hubo campos de refugiados esos años. Igualmente esos años comenzó el trafico de indocumentados que hoy es tan nutrido y tan invisible a pesar de que se puede ver encaramados en los ferrocarriles con solo acercarse a Orizaba.
Tengo un problema con Honduras, sin embargo. De los guatemaltecos me saltan a la memoria Asturias y Cardoza y Aragón, así como Tito Monterroso. Del Salvador, Roque Daltón. De Nicaragua, Cardenal y Sergio Ramírez. ¿De Honduras? ¿Qué se ha escrito en Honduras? ¿Y de Costa Rica?

Friday, June 19, 2009

El minuto después

Una larga caminata por calles recién lavadas por la lluvia. Los árboles han sido despojados de las hojas. La piedra brilla. Los edificios parecen emerger de la tierra con nueva vida, recién nacidos, frescos y temblorosos como el agua que gotea de ellos.
Después sabré. Fue una tromba terrible para una zona urbana. Pero el empedrado del parque brillaba cómo un objeto mágico.

Tuesday, June 09, 2009

Reflexiones tras viaje en microbus

Acabo de regresar de una sesión del Proyecto de Investigación “Fronteras de Tinta” en la FES Acatlán. Fui a un coloquio a esa institución apenas a finales del año pasado y me sorprendió tanto la funcionalidad del espacio como el aire de isla boscosa que tiene la escuela. Del proyecto de investigación, no quiero adelantar nada, sólo que fue muy agradable conocer gente interesada no sólo en sus respectivas disciplinas sino en la manera –conflictiva o difusa, siempre inquietante- en que interactúan unas en relación con las otras a partir de la noción de límite o frontera.
Naucalpan no me resulta tan agradable. Es un espacio demasiado urbano, demasiado informe. Da pena que se haga eso con una comunidad. A estas alturas se observa el resultado de décadas de crecimiento urbano desmedido. Es un municipio suburbio, un nudo de calles, un nudo de concreto. Y más allá hay más.
Mientras tanto las elecciones. Estoy en contra de la anulación del voto. Y sin embargo, al ver el dispendio, la grisura de las propuestas – en realidad, lo que vi es que el PRI de Naucalpan esta usando los slogans que usó el PRI de Puebla en las elecciones municipales pasada y antepasada, no propuestas- y la dimensión de los problemas, recuerdo insistentemente una entrevista a Octavio Paz en Proceso donde Paz señalaba que los intelectuales de la Ilustración no esperaban que surgiera una sociedad como la nuestra – la sociedad contemporánea- a partir de sus propuestas. Ellos, a grandes rasgos y si mi memoria no falla, estoy recordando, no citando, buscaban una sociedad de libertad, no de consumo. Y esto, me parece tan distante a lo que soñaron las generaciones precedentes…
Basta. Solo diré que incluso estas taras son preferibles a la violencia supliendo el diálogo y el ejercicio político.

Friday, May 22, 2009

Epidemia

De repente, los tiempos sociales sufrieron una distorsión. La gente retorno a tiempos idos, a pasajes del siglo XIX y el virreinato. Pese a que el siglo XX y algunos otros tiempos difusos también estaban ahí, más bien se sentía una especie de rizo en el tiempo y un abismo que, al no llenarse, colmaba de tristeza el corazón de las urbes.
Las catedrales, los comercios vacios. Sólo faltaron las carretas con los cadáveres y los zopilotes en el cielo. En cambio, ahí estuvieron las procesiones religiosas, los rosarios, el miedo y el rechazo bordeando los caminos. Fueron largas tardes de puertas cerradas, plazas desiertas, caminantes temerarios y el eco de las fuentes en lugares normalmente estremecidos por la música.
Uno esperaba ver entonces la gente arremolinarse alrededor del pregón o de la proclama – en realidad atentos a la televisión-, escondiendo el machete o la daga, mirándose de soslayo, casi asegurando que este año no llegaría la nao de China por el cierre de Acapulco.
Lo que no cambio fue la imagen del virrey. En tanto pedía la protección de Dios y la Corona, en lo que se mostraba con notables y el Arzobispo, no pudo dejar de evidenciar ese pequeño recelo que le provocaba el silencio de la plebe, siempre tan dispuesta al motín.

Sunday, April 26, 2009

Encuentro con Ramón Kuri Camacho

En algún momento entre 1994 y 1995 llegó a mis manos un número de La Jornada Semanal con un artículo de Ramón Kuri Camacho. Aún era la edición bajo el cuidado de Roger Bartra, por lo que debo eliminar 1995 de las posibilidades. Había estado leyendo esa revista como una especie de rito de paso entre la preparatoria y la universidad y como una manera de ubicarme en el mundo, obviamente, sin ser consciente de ello. El artículo de Kuri Camacho se me escapa irremisiblemente de la memoria. Sólo recuerdo que me gustó y que me enfrentó a los entonces – y todavía ampliamente- desconocidos para mí, Teilhard de Chardin y Orígenes.
Posteriormente, ya en la maestría en literatura mexicana volví a aproximarme a artículos suyos. No eran textos de mi especialidad. Más bien eran incursiones en territorio vecino, lecturas más curiosas que sistemáticas pero que también tuvieron una secuela importante en mi formación. El maestro trabajaba en Puebla, incluso llegué a ver cartulinas invitando a alguna charla en el Colegio de Filosofía y mister negligencia académica siempre se enteraba demasiado tarde o lo dejaba a la próxima que, de repente, no volvía a suceder.
Por esto, convertido ya en una especie de deja vu académico, de guiño familiar de la filosofía (Ahora recuerdo a otro filosofo con el que llegué a no convivir, pero me lo encontraba seguido y si se tradujo en una lectura más frecuente: Luis Villoro. De él sí asistí a la conferencia) no pude dejar pasar un aviso que encontré vía internet: la presentación de un libro suyo en Zacatecas. Después de tantos años, coincidíamos inesperadamente en la misma ciudad ( Claro, ¿para que buscarlo en Puebla? Lo mejor era esperar que el destino lo pusiera a mi alcance en una ciudad apenas conocida. Tenía que ser así).
¿Qué sucedió ese día? Por pura suerte, el evento se había planteado como el equivalente de una cena íntima entre sus exalumnos más cercanos y el maestro, convocados por la presentación de un libro que, precisamente, había sido concebido y desarrollado en diferentes grados tanto en Zacatecas como Puebla. El ambiente era entonces de rememoración y festejo, salpicado de anécdotas y reflexiones. Precisamente la primera persona que se dirigió a mí – no lo conocía físicamente- fue el doctor Kuri. Todavía disfruto esa extraña sensación de no sentirme fuera de lugar entre especialistas, de refrendar el hecho de que la filosofía no es una parcela para expertos y que, de una u otra forma, me ha deparado placeres y sorpresas a mi que no dejo de ser más que un remoto vecino de facultad.
Del libro hablaré en una próxima entrada, sólo aprovecharé para patentizar mi rechazo a la expulsión de la filosofía de los programas de educación media y, sobre todo, de la vida y el pensamiento mexicano a principios de este caótico siglo, tan necesitado de criterios.
Y bueno, afortunadamente, ya conocí al Dr. Kuri.

Thursday, April 09, 2009

Saber demasiado

Acabó de conocer a un físico. Me platicaba con una mezcla de animadversión y desencanto la frase con la que un empleado de una universidad privada rechazó el currículum de su esposa, postgraduada en Matemáticas: “El problema de México es que o no se sabe nada o se sabe demasiado”.
“Se sabe demasiado”. Creo que el verdadero problema es que la impartición de conocimiento se ha vuelto parte del entramado económico de las oligarquías mexicanas y, en esa medida, todo aquello que amenace su postura de coordinadores, gestores y administradores del conocimiento y la riqueza –casi nunca generadores- se verá relegado. Así, aunque sobran carreras privadas como marketing, relaciones internacionales, administración de empresas turísticas, gastronomía, finanzas, etc., (mismas que en cierta proporción son igualmente necesarias) inversiones en áreas de ciencias y humanidades – responsabilidad antes que nada estatal por su carácter estratégico- son cuestionadas en virtud de que “generan desempleados”.
Parte del problema responde a la incapacidad de los egresados de insertarse en la sociedad y defender la validez y necesidad de su conocimiento. Simplemente el científico o el humanista no tienen qué oponer al joven estudiante de preparatoria que anhela con todas sus fuerzas ser policía federal de caminos y extorsionar autotransportistas. La razón es que se acepta de antemano debatir a partir de una escala de valores deforme, contraria a la justipreciación del conocimiento. Y lo que sucede frente al joven estudiante se replica frente al administrador, el legislador, el tecnócrata que prepara los presupuestos y la sociedad civil en su conjunto.
En México no hay quien sepa demasiado. Ese conocimiento es la única baza del país para enfrentar el subdesarrollo y el obscurantismo. Es por eso que el pequeño burócrata del organismo público o privado tratará de cercenar el acceso del egresado al verdadero ejercicio del poder y la libertad: su acceso al trabajo, su acceso a los medios de comunicación, su acceso a la seguridad social. Sólo así su simple fidelidad al empleador – que muy probablemente heredó su riqueza si no es que la malversó- le podrá garantizar al burócrata su permanencia en el puesto.

Friday, March 27, 2009

Zacatecas

Estoy en Zacatecas. La ciudad se muestra como un rompecabezas de piedra rojiza. El reto: no ver lo ya conocido en lo que se despliega ante la mirada. No se trata de folckore, sino de esencias. Por supuesto que otras urbes son convocadas ante la vista de la piedra al atardecer.
En paralelo al nuevo signo de piedra que habito y me habita, aparece una nueva interrogación, una de carácter corpóreo. Este cuerpo que soy yo, siente diferente el entono, la humedad, los aromas, todo aquello que termina traduciéndose en nuevos patrones de sueño y comportamiento.
En realidad, es el pequeño milagro de todo viaje: ver con otros ojos el mismo mundo.

Friday, March 06, 2009

Un experimento de lectura de género

Cayó en mis manos el clásico de Kawabata, La casa de las bellas durmientes. Al leerlo no pude dejar de plantearme la posibilidad de una lectura de género de este libro. No puede ser que lo lea igual un hombre que una mujer. Para un hombre mayoritariamente ( no dudo que pueda haber lecturas alternativas) el tema es la vejez y el deseo. No solo eso. Más bien la vejez, el deseo y la confrontación con el otro, más bien, la otredad máxima: la mujer.
Como sea me intriga que me podría decir una lectora inteligente y no prejuiciada de dicho libro. Ahora mismo, el libro esta en mi mesa de lectura. Ya tengo en mente la lectora y procederé al experimento. A ver que pasa.

Sunday, January 18, 2009

Sobre leer periódicos


Uno
En estos días resulta un padecimiento leer periódicos. Simplemente, son un frente más de guerra. Al lector atento no le queda más que anticipar una gastritis o buscar alguna lectura que le permita apropiarse de lo cotidiano sin perder perspectiva, sin sentir que el destino de Gaza o cualquier barrio marginal es necesariamente su mañana. La poesía y la novela son buenas opciones, sin embargo, a veces me pregunto si quienes escriben son conscientes de esta dimensión de su trabajo.

Dos
Una amiga me contó de su alejamiento del trabajo periodístico. De repente circulo el rumor fundado de que estaban amenazando vía telefónica a sus colegas. La perspectiva de que un día una nota cotidiana significara la desaparición física de un ser querido – o el simple peso de una amenaza anónima a media noche, la hicieron desistir del trabajo periodístico. Nuevamente vi una instancia más de la convivencia social retrocediendo, desapareciendo poco a poco. Cada vez más el buen periodismo cobra una dimensión heroica. Y de por si es raro.

Tres
La lectura. Contrasto la alegría que causa una lectura infantil, el momentáneo deslumbramiento de una buena lectura pública de poesía, a la desgarradora indignación que levantan ciertas notas. Ni decir de la intensidad del reportaje o la crónica. Emociones diferentes. A pesar de que mi espíritu se cansa frente a las tensiones de un espacio público degradado, una convivencia internacional desgarrada y las evidencias de un amplio manoseo de lo privado, el papel que cumple la prensa como constructora de sociedades, de gente consciente y enterada a pesar de los filtros y los silencios impuestos, me obliga una y otra vez a retomar los periódicos, incluso aquellos con los que no coincido en línea editorial.
Todo este tiempo he buscado difundir la lectura como fuente de placer y conocimiento. Pero, ¿Qué sucede con esa lectura necesaria, esa dolorosa lectura que nos concientiza o alerta, la que retrata nuestras miserias colectivas? Algún día ese niño al que le estoy leyendo un cuento clásico, deberá leer la problemática del SIDA en toda su crudeza o lo estaré condenando a la ceguera. ¿Cómo preparamos esa transición? ¿Solo se da? ¿La lectura de ciertos discursos – el histórico, el antropológico y el periodístico, por decir algo- es un ritual de paso a la madurez? ¿El concepto de madurez es aplicable a una sociedad?