Si hay algo que en serio me molesta – y lo he dicho no una sino varias veces y sé que no dejaré de tener que decirlo- es la falta de fe. Falta de fe en uno mismo, falta de fe en la gente, en la historia y en el hombre. A toda la negra sucesión de homicidios, robos, traiciones y miserias que cualquiera puede hacer, se contrapone la sobrevivencia misma del hombre, los prodigios del arte y el pensamiento que ha podido levantar en medio de las fiebres recurrentes que surcan la faz de la tierra.
Tan fácil que es demeritar, tan fácil que es desesperarse. En estos momentos hay decenas de miles de personas sin luz, esperando el asalto de un ejército o temiendo las represalias a nombre de las víctimas. Y sin embargo, en medio de esa maraña todavía hay tiempo para algunos gestos de nobleza, de compasión y si, aunque suene anticuado, de amor.
¿Qué estará haciendo Ingrid Betancourt? ¿Qué es de los sindicalistas en Basora? ¿Qué será ver con hambre hacia las costas de las islas Canarias? ¿Cuántos sacrificios implica que un hijo cruce la frontera?
Y, sin embargo, o se tienen problemas o la monótona vida apesta. Aja.
Bastante cómodo.
Tuesday, June 27, 2006
Monday, June 19, 2006
Junio
He perdido el sentido de la escritura. O no. Se me antoja un cigarro. Algún puro tal vez. Estos días han sido de reencuentros. De ver como se va acumulando el tiempo. Algo me da ese pavor al tiempo. Tengo la mente llena de imágenes de barcos abandonados, parques herbosos, tumbas con las letras difuminadas por la intemperie. Igualmente recuerdo la batalla diaria por el olvido. Hermosas mujeres dirigiéndose a la plenitud y más allá.
El punto es que la escritura, la historia y el tiempo, son lineales, pero también curvos. Me recuerdan más al océano con sus corrientes y remolinos que a las gráficas y mapas que los representan.
Quisiera estar tendido en el pasto. Que me leyeras. O que tú estuvieras tendida en el pasto junto a mí.
Pero no va a ser hoy. Hoy estamos en el tiempo lineal, el tiempo del trabajo y los informes a la autoridad.
Por eso he perdido el sentido de la escritura.
El punto es que la escritura, la historia y el tiempo, son lineales, pero también curvos. Me recuerdan más al océano con sus corrientes y remolinos que a las gráficas y mapas que los representan.
Quisiera estar tendido en el pasto. Que me leyeras. O que tú estuvieras tendida en el pasto junto a mí.
Pero no va a ser hoy. Hoy estamos en el tiempo lineal, el tiempo del trabajo y los informes a la autoridad.
Por eso he perdido el sentido de la escritura.
Saturday, June 10, 2006
Retomando
Últimamente el trabajo me satura. Y aunque he estado saliendo, es para cumplir compromisos previos. Pero prometo nuevas entradas, mejores que las anteriores. Quizá sólo más concretas.
Para todo hay tiempo en este tiempo de círculos concéntricos y discontinuidades.
Para todo hay tiempo en este tiempo de círculos concéntricos y discontinuidades.
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