Wednesday, April 26, 2006

Saldos

Mis lentes ya no me sirven y me arden los ojos. El pantalón y la camisa que llevo puestos se deshilachan impunemente. Tengo una investigación en curso y un curso del que investigo como terminarlo. Libros y más libros. No fui a Veracruz a pasearme sobre la arena. No fui a venerar la cantera rosa de la Catedral de Zacatecas, ni a las selvas de mis abuelos paternos. En cambio, fui a casa de los maternos y me la pasé tosiendo en las noches y durmiendo de dia, mojado en sudor.
Tomo el lapiz y me extravió, pienso en la mujer más extraña e interesante, la más querida y se vuelve la más lejana, aquella a la que sólo debo dejar ir esperando encontrarla.
En fin, valiente viajero este. Tendre que trabajar un rato en cosas que no entiendo o pedir prestamos a los viandantes. Mis relatos son solo memoria y mis memorias parecen registro civil.
Y yo que me creía inteligente.
Hasta perdí en el ajedrez.
Ni modo.
Vuelta a empezar.

Saturday, April 22, 2006

Toma de posición

Apenas hice una crítica muy fuerte a una novela de éxito comercial. En realidad, a la falta de un objetivo, a la reiterada decapitación de sentidos sin proponer algo nuevo, así sea implícitamente, a contraluz, de una manera sesgada o secreta.
Mentira que no haya fin. Mentira que no haya esperanza.
Recuerdo el tetrafarmakon como lo asentó Paul Nizan en uno de sus libros sobre el materialismo de la antigüedad (más o menos):

Nada hay que temer en los dioses.
Nada hay que temer en la muerte.
El dolor puede ser soportado.
La felicidad se puede obtener en este mundo.

Y en tal caso, aunque me equivoque, aunque me extravié, no renuncio a esta felicidad humana, terrena, imperfecta, la única realmente existente.

Y eso te incluye, pequeña gran lectora.

Pasmo al amanecer

Tengo la mente en blanco. De nuevo, se me escapa el sentido de lo que sucede. La araña cae en su trampa.
¿Y?
Siempre pasan cosas así. La vida es un viaje y en todo viaje los autos se atascan, las señales se cruzan, llegan tormentas que arrancan las carreteras. Algo bueno debe sacarse de estar a la vera del camino en lo que se piensa la ruta.

Debería quedarme callado. Tengo una enorme necesidad de expresarme, pero no tengo las palabras. Imagino algún emblema quimérico del que no se pudiera precisar que animales exactamente lo componen. Igual este emblema sería mágico y veríamos la sangre del pequeño animal circular por todas sus venas y luego volver a perderse en su piel multicolor. Incomprensible, pero atractivo, a veces causante de repulsión.
Y tener que definirlo.

¿Cómo se pueden cometer errores tan garrafales? ¿Cómo se puede uno extraviar en lo transparente?

Wednesday, April 12, 2006

La noche es el mar

Amanece. La ciudad esta vacía de estudiantes desde la semana pasada. En el centro, los camiones con extranjeros llegan y llegan. Más que tranquilidad, hay una búsqueda de reposo, como si la realidad fuera el sol a plomo y los patios interiores – una mezcla de mosaicos, macetones, escaleras y habitaciones- el único refugio posible.

Cuando llega la tarde, comienza de nuevo el movimiento. En medio de todo esto, sorprendiendo como cuando desde la cubierta de un barco se ve saltar un pez en la superficie del mar, aparecen una y otra y otra vez, mujeres hermosas. Vientres, caderas, cabelleras. Luces que fulguran unos instantes y se pierden en la maraña de cuerpos, de compromisos, de historias cotidianas.

Para mí, el día esta asociado a la vacuidad, a la transparencia. De acuerdo, veo más, pero mi vista se cansa. El tiempo es como el agua de un torrente, demasiado rápida, apenas con remansos amenazados a cada momento.
En cambio, la noche es el río maduro, mejor aún, el estuario. Se ve, pero es mejor palpar, sentir, saborear. Sentidos secretos se activan y entre la luminosidad que revela unas cosas y otras no, el sonido lo mismo se amortigua que se solidifica o se acelera. La noche cambia y te cambia en series inesperadas. Entonces el ser se manifiesta como misterio: bien vista, la noche es el mar.

Sunday, April 09, 2006

Concentración

El problema es no dejar que el futuro o el pasado proyecten sombras sobre el presente. El rememorar o el proyectar es para otro momento. Cuando se actua hay que ver, minuto a minuto, que esta pasando. Entregarse al instante. Leerlo y seguirlo.
No más.

Pausa y continuamos.

A veces me siento como si me hubiera arrasado un temporal. Un árbol tendido sobre la costa. Sí, a la mayoría le parezco demasiado emocional. Como que el sabor a barro en la boca y el espíritu macerado son cosa de todos los días.
Pero está bien. No tarda en pasar. Ya lo he visto. Lo mismo que con el temporal. Llega el tifón o el huracán y al día siguiente, en medio de la desolación, alguien empieza a limpiar una cesta o a acariciar al perro.

¿En serio siento tristeza? Es como estar desnudo, o quizá más bien tendido, el cuerpo sin fuerza, sin alma pero no muerto. Estos son tus ojos que no has cuidado, fíjate como tus abusos han pronunciado la curva del abdomen, ¿de veras le apuestas a esa rodilla con la que paraste un golpe? Luego de un rato – en el que igual, entre tus vísceras miras tu historia, tus miedos y las manchas del uso- empiezas a sentir simpatía por ti mismo.

En algún lugar, Hemingway decía que la vida esta llena de cosas jodidamente buenas. Hemingway es de momento mi bastón para caminar, pero ya me hace gracia recorrer caminos.

Si. Todo va bien.

Sunday, April 02, 2006

Luego de la marcha

Para muchos, el momento político actual en Puebla se encuentra detenido. El gobernador continúa en su puesto, la segunda megamarcha resultó un ejercicio desangelado en comparación con la previa, aunque todavía importante.
Es necesario ver las cosas en perspectiva: la inminencia de las elecciones dificulta la acción conjunta de los aparatos partidarios y, a la vez, éstas se convierten en el espacio privilegiado para que se exprese una ciudadanía que no esta acostumbrada a movilizarse para influir en el ámbito político. Sin embargo, la acción empieza a sobrepasar el golpeteo en contra de una persona y se convierte en una evaluación total del sistema. Y es aquí donde la crisis actual expresa su originalidad: el priismo ha perdido su capacidad de replicarse. Ya no es una opción de gobierno a mediano plazo. En medio del páramo en que se convierte la vida política local se abren espacios para nuevos actores que apenas se gestan. Y es por la necesidad de crear un sustento ciudadano a la acción de estos nuevos actores, por la necesidad de incrementar la calidad y la extensión de los circuitos ciudadanos de discusión de ideas y participación que debe continuarse tocando el tema.
El próximo 5 se presenta el libro de Lydia Cacho en Puebla. Este evento, más allá de su importancia concreta, forma parte de la lenta construcción de un sentido ciudadano moderno en el Estado. Repito, debe seguirse tocando el tema.