Saturday, November 07, 2009
Graciosa huida
Este blog ya se extendió demasiado. Debemos extender otro. A partir de ahora pueden leerme en http://exploraciones-extravios.blogspot.com/
Sigamos en contacto.
Sunday, October 25, 2009
El Cervantino, trece años después.
¿Qué encontré? Mayor organización. Ya la gente no se abarrota a cada esquina, sólo en ciertas esquinas. Los jóvenes continuan con su empuje y su goce, pero en esta ocasión no encontré ese aire colectivo de descubrimiento. Están volcados en sí mismos. No me refiero a aislamiento, sino más bien a reflexión. Por cierto, también noté mayor integración. Ya va gente de otras áreas de México, no sólo del centro norte.
Por lo menos en esta ocasión, si me integré en la fiesta. Remate de noche entre nuevos amigos y escuchando una excelente guitarra. De cuando en cuando, nombres queridos asaltaban mi mente y alzaba la cerveza brindado por ellos, esperando que esta muda en los tiempos los haya colocado donde querían.
Thursday, October 08, 2009
La hora de Honduras
Desde la guerra de 1948 en Costa Rica hasta los pactos de Chapultepec en 1992, mismos que cierran el conflicto armado salvadoreño y sirven de pauta para la paz en Guatemala, la lucha de las oligarquías centroamericanas por mantener el monopolio del poder se ha saldado con violentos conflictos. El día de hoy, este movimiento general ha alcanzado al único país intocado en su estructura económica e institucional en el itsmo centroamericano. La gran duda es si se aprende del pasado y se aprovecha la coyuntura para transformar la estructura social del estado dentro del marco de lo político o se cierra esta vía y se inicia un nuevo ciclo de insurrecciones dentro de un marco muy diferente al de la guerra fría.
Zelaya no puede ser un nuevo Arbenz.
Friday, September 25, 2009
Signos del otoño
Es de mañana. Los prados de la universidad amanecieron cubiertos de hojas. No sé si llevan semanas así, pero el hecho de que la caída –el lugar común- coincida con el día preciso del equinoccio me hace sonreír.
Acabo de regresar de Puebla. Los días se sucedieron lenta y placenteramente. Y ahora al mirar las hojas y los prados no puedo dejar de recordar la descripción que me hacen mis hermanos de los días en Chicago. La diferenciación de las estaciones no es algo que de por hecho: en San Rafael los días son una sucesión de sequia, lluvias, canícula, más lluvia, mares tranquilos y disfrutables, inundaciones o huracanes, la luna de octubre que es la más hermosa, nortes inacabables y de nuevo seca. Puebla también tiene sus detalles anómalos, aunque es más seria con su promesa de lluvia a las cinco de la tarde al final del verano y principio del otoño.
En fin. Viene un periodo largo, una larga caminata que implica más que estar pisando las hojas de los fresnos. Otoño e invierno. Cosecha e incubación.
Wednesday, September 09, 2009
Últimos días
De momento soy el campo de batalla de múltiples recuerdos. Tengo pesadillas, me licuó y me fragmento y al despertar voy al trabajo como si nada.
No estoy mal. Sólo que deje demasiados asuntos pendientes, demasiada tensión inmediata me impedía el diálogo conmigo mismo. Ahora mi subconsciente esta manifestando asuntos olvidados.
Vienen días fértiles, pero tambien determinaciones necesarias.
(Quiero leer Nadja nuevamente).
Saturday, August 22, 2009
Soledad en el tiempo
Mientras tanto, aprovecho la soledad para explorar los vericuetos de los años recientes. A un cierto nivel, parece tan lejano todo, desde los golpes tan duros hasta los momentos de ternura desbordante que, realmente, pareciera que otro lo vivió, que otro lo vio.
Sin embargo, todo lo siento aquí. Desde palabras de amor no suficientemente dichas hasta huesos rotos de la consciencia.
En fin, la marcha continua. El aprendizaje.
(Y esta todo eso que vengo postergando en paralelo al avance del juego de la Flaca. Sé de cierto que en ajedrez hay momentos en que el jugador confrontado alcanza una lucidez extrema y cambia, decide la partida. Rezo por esa lucidez, por los movimientos correctos, pero igualmente se me humano y eso implica trastabillar).
Tuesday, August 18, 2009
Fin de sexenio
Año y medio. El conductor cumplía una de las funciones del loco de la corte: recordarle al gobernante su finitud. Y ese día – aunque no vimos el rostro ni el gesto del personaje confrontado- el mito político creado por Manuel Bartlett, el dueño de los hilos del poder, el sobreviviente de tantas mareas, debió sentirse humano otra vez. No sabemos si recordó su época de penurias, el trabajo en los pasillos helados de Gobernación, el eco de las marchas y la presión de tantos movimientos que tuvo que “encauzar”. Menos aún si en su mente estaban esos momentos -¿pocos? ¿muchos?- en que el poder comienza a saber dulce, en que las privaciones se ven lejanas y, al contrario, hay una promesa de control total de la situación.
Lo seguro es que la broma no debió ser graciosa. Por más que la debilidad del presidente de la república le haya permitido sobrevivir la embestida de los medios y las clases medias de la capital del estado, por más que su grupo político tenga la plena hegemonía del estado, él sabe -¿Lo aprendió con Don Manuel? ¿O es de esas cosas que siempre se saben?- que no hay maximato que valga, parentesco político o de sangre que sobreviva a la investidura. El poder, dice el protagonista de El otoño del patriarca es una bolita que se tiene o no se tiene.
Ya sin él, Mario Marín será dos. Será un nombre, una estadística, quizá la denominación de algún mercado o la entrada en un diccionario especializado. Será la referencia inmediata del poder, aquello de lo que habrá de desmarcarse su sucesor, sea quien sea. Frente a esta dimensión de Marín el nombre, Marín el hombre deberá rehacerse. Ante lo inédito de su sexenio, ante el peso de su legado, esta transición será aún más costosa para él que lo que fue para sus predecesores.
E igualmente costosa será para la entidad, inmersa en un proceso de transformación que viene de lejos, donde el lugar que ocupa dentro de la federación, el proyecto de sociedad al que aspira y tantos otros aspectos fundamentales siguen sin definirse.
Thursday, July 30, 2009
Instrucciones de viaje
Wednesday, July 08, 2009
Mi testimonio de Gilberto Castellanos
Profesor normalista, funcionario cultural, pero sobre todo un poeta de innegable disciplina y rigor, Gilberto Castellanos compartió con mi grupo de postgrado una charla hace años, donde nos reveló la tremenda exigencia de concentración que se impone aún en nuestros días. En aquel entonces, alertaba sobre los medios de distracción masiva y la imposibilidad de crear poemas de gran aliento, concebidos desde su proyección como obras abarcadoras de una totalidad poética, si el poeta previamente no había educado su capacidad de concentración de manera que pudiera sostener la tensión e intensidad del poema a lo largo de todo un libro. Particularmente recuerdo su insistencia en la entrega a un trabajo constante de escritura y revisión en las horas nocturnas, animado por una capacidad de concentración educada, por ejemplo, en la observación de películas que, como las soviéticas, exigían atención durante un tiempo mayor al del cine comercial norteamericano.
La lectura del día de hoy, mostró a un Gilberto Castellanos inmerso en una doble lucha. Por un lado, una lucha con su propia obra, buscando descubrir y redefinir sentidos y caminos para su poesía frente a condiciones mucho más adversas de las que comúnmente podríamos pensar. Por otro lado, una lucha contra las limitaciones que le impone su estado de salud. En realidad el contraste entre los signos y secuelas de la enfermedad física y la lucidez mental más absoluta no deja de imponer.
Hoy Gilberto Castellanos no es sólo el poeta que ganó en 1982 el Premio Latinoamericano de Poesía con Mirar del Artificio. Hoy es un poeta que esta luchando por su poesía en un contexto en que alguien menos valiente habría callado. ¿Cómo le hace? Su secreto es un espíritu forjado en la disciplina y el rigor poético contra todas las pequeñas distracciones cotidianas. Gilberto hace hoy lo que hizo siempre: no dejar que lo interrumpan cuando escribe.
Friday, July 03, 2009
Honduras
Honduras en particular es la antigua Hibueras. Fue camino a ella que Cortés decidió ahorcar a Cuauhtémoc. Igualmente hay una economía y una sociedad similar que se entrelaza desde Veracruz hasta Panamá: cultivos tropicales, agricultura extensiva, tensión entre la ganadería y los bosques y selvas. Pensar que un golpe tan retardatario es sólo un remanente centroamericano de la época de la United Fruit, si bien puede ser cierto, en realidad pasa por alto el que la región centroamericana, con Canal y vías de paso a todos los tráficos es un todo. William Walker atacó la región después de atacar México. Y apenas hace unos años se pudieron firmar los tratados de paz que pusieron fin a las guerras del Salvador y Guatemala. En todo el Sureste mexicano hubo campos de refugiados esos años. Igualmente esos años comenzó el trafico de indocumentados que hoy es tan nutrido y tan invisible a pesar de que se puede ver encaramados en los ferrocarriles con solo acercarse a Orizaba.
Tengo un problema con Honduras, sin embargo. De los guatemaltecos me saltan a la memoria Asturias y Cardoza y Aragón, así como Tito Monterroso. Del Salvador, Roque Daltón. De Nicaragua, Cardenal y Sergio Ramírez. ¿De Honduras? ¿Qué se ha escrito en Honduras? ¿Y de Costa Rica?
Friday, June 19, 2009
El minuto después
Después sabré. Fue una tromba terrible para una zona urbana. Pero el empedrado del parque brillaba cómo un objeto mágico.
Tuesday, June 09, 2009
Reflexiones tras viaje en microbus
Naucalpan no me resulta tan agradable. Es un espacio demasiado urbano, demasiado informe. Da pena que se haga eso con una comunidad. A estas alturas se observa el resultado de décadas de crecimiento urbano desmedido. Es un municipio suburbio, un nudo de calles, un nudo de concreto. Y más allá hay más.
Mientras tanto las elecciones. Estoy en contra de la anulación del voto. Y sin embargo, al ver el dispendio, la grisura de las propuestas – en realidad, lo que vi es que el PRI de Naucalpan esta usando los slogans que usó el PRI de Puebla en las elecciones municipales pasada y antepasada, no propuestas- y la dimensión de los problemas, recuerdo insistentemente una entrevista a Octavio Paz en Proceso donde Paz señalaba que los intelectuales de la Ilustración no esperaban que surgiera una sociedad como la nuestra – la sociedad contemporánea- a partir de sus propuestas. Ellos, a grandes rasgos y si mi memoria no falla, estoy recordando, no citando, buscaban una sociedad de libertad, no de consumo. Y esto, me parece tan distante a lo que soñaron las generaciones precedentes…
Basta. Solo diré que incluso estas taras son preferibles a la violencia supliendo el diálogo y el ejercicio político.
Friday, May 22, 2009
Epidemia
Las catedrales, los comercios vacios. Sólo faltaron las carretas con los cadáveres y los zopilotes en el cielo. En cambio, ahí estuvieron las procesiones religiosas, los rosarios, el miedo y el rechazo bordeando los caminos. Fueron largas tardes de puertas cerradas, plazas desiertas, caminantes temerarios y el eco de las fuentes en lugares normalmente estremecidos por la música.
Uno esperaba ver entonces la gente arremolinarse alrededor del pregón o de la proclama – en realidad atentos a la televisión-, escondiendo el machete o la daga, mirándose de soslayo, casi asegurando que este año no llegaría la nao de China por el cierre de Acapulco.
Lo que no cambio fue la imagen del virrey. En tanto pedía la protección de Dios y la Corona, en lo que se mostraba con notables y el Arzobispo, no pudo dejar de evidenciar ese pequeño recelo que le provocaba el silencio de la plebe, siempre tan dispuesta al motín.
Sunday, April 26, 2009
Encuentro con Ramón Kuri Camacho
Posteriormente, ya en la maestría en literatura mexicana volví a aproximarme a artículos suyos. No eran textos de mi especialidad. Más bien eran incursiones en territorio vecino, lecturas más curiosas que sistemáticas pero que también tuvieron una secuela importante en mi formación. El maestro trabajaba en Puebla, incluso llegué a ver cartulinas invitando a alguna charla en el Colegio de Filosofía y mister negligencia académica siempre se enteraba demasiado tarde o lo dejaba a la próxima que, de repente, no volvía a suceder.
Por esto, convertido ya en una especie de deja vu académico, de guiño familiar de la filosofía (Ahora recuerdo a otro filosofo con el que llegué a no convivir, pero me lo encontraba seguido y si se tradujo en una lectura más frecuente: Luis Villoro. De él sí asistí a la conferencia) no pude dejar pasar un aviso que encontré vía internet: la presentación de un libro suyo en Zacatecas. Después de tantos años, coincidíamos inesperadamente en la misma ciudad ( Claro, ¿para que buscarlo en Puebla? Lo mejor era esperar que el destino lo pusiera a mi alcance en una ciudad apenas conocida. Tenía que ser así).
¿Qué sucedió ese día? Por pura suerte, el evento se había planteado como el equivalente de una cena íntima entre sus exalumnos más cercanos y el maestro, convocados por la presentación de un libro que, precisamente, había sido concebido y desarrollado en diferentes grados tanto en Zacatecas como Puebla. El ambiente era entonces de rememoración y festejo, salpicado de anécdotas y reflexiones. Precisamente la primera persona que se dirigió a mí – no lo conocía físicamente- fue el doctor Kuri. Todavía disfruto esa extraña sensación de no sentirme fuera de lugar entre especialistas, de refrendar el hecho de que la filosofía no es una parcela para expertos y que, de una u otra forma, me ha deparado placeres y sorpresas a mi que no dejo de ser más que un remoto vecino de facultad.
Del libro hablaré en una próxima entrada, sólo aprovecharé para patentizar mi rechazo a la expulsión de la filosofía de los programas de educación media y, sobre todo, de la vida y el pensamiento mexicano a principios de este caótico siglo, tan necesitado de criterios.
Y bueno, afortunadamente, ya conocí al Dr. Kuri.
Thursday, April 09, 2009
Saber demasiado
“Se sabe demasiado”. Creo que el verdadero problema es que la impartición de conocimiento se ha vuelto parte del entramado económico de las oligarquías mexicanas y, en esa medida, todo aquello que amenace su postura de coordinadores, gestores y administradores del conocimiento y la riqueza –casi nunca generadores- se verá relegado. Así, aunque sobran carreras privadas como marketing, relaciones internacionales, administración de empresas turísticas, gastronomía, finanzas, etc., (mismas que en cierta proporción son igualmente necesarias) inversiones en áreas de ciencias y humanidades – responsabilidad antes que nada estatal por su carácter estratégico- son cuestionadas en virtud de que “generan desempleados”.
Parte del problema responde a la incapacidad de los egresados de insertarse en la sociedad y defender la validez y necesidad de su conocimiento. Simplemente el científico o el humanista no tienen qué oponer al joven estudiante de preparatoria que anhela con todas sus fuerzas ser policía federal de caminos y extorsionar autotransportistas. La razón es que se acepta de antemano debatir a partir de una escala de valores deforme, contraria a la justipreciación del conocimiento. Y lo que sucede frente al joven estudiante se replica frente al administrador, el legislador, el tecnócrata que prepara los presupuestos y la sociedad civil en su conjunto.
En México no hay quien sepa demasiado. Ese conocimiento es la única baza del país para enfrentar el subdesarrollo y el obscurantismo. Es por eso que el pequeño burócrata del organismo público o privado tratará de cercenar el acceso del egresado al verdadero ejercicio del poder y la libertad: su acceso al trabajo, su acceso a los medios de comunicación, su acceso a la seguridad social. Sólo así su simple fidelidad al empleador – que muy probablemente heredó su riqueza si no es que la malversó- le podrá garantizar al burócrata su permanencia en el puesto.
Friday, March 27, 2009
Zacatecas
En paralelo al nuevo signo de piedra que habito y me habita, aparece una nueva interrogación, una de carácter corpóreo. Este cuerpo que soy yo, siente diferente el entono, la humedad, los aromas, todo aquello que termina traduciéndose en nuevos patrones de sueño y comportamiento.
En realidad, es el pequeño milagro de todo viaje: ver con otros ojos el mismo mundo.
Friday, March 06, 2009
Un experimento de lectura de género
Como sea me intriga que me podría decir una lectora inteligente y no prejuiciada de dicho libro. Ahora mismo, el libro esta en mi mesa de lectura. Ya tengo en mente la lectora y procederé al experimento. A ver que pasa.
Sunday, January 18, 2009
Sobre leer periódicos
Uno
En estos días resulta un padecimiento leer periódicos. Simplemente, son un frente más de guerra. Al lector atento no le queda más que anticipar una gastritis o buscar alguna lectura que le permita apropiarse de lo cotidiano sin perder perspectiva, sin sentir que el destino de Gaza o cualquier barrio marginal es necesariamente su mañana. La poesía y la novela son buenas opciones, sin embargo, a veces me pregunto si quienes escriben son conscientes de esta dimensión de su trabajo.
Dos
Una amiga me contó de su alejamiento del trabajo periodístico. De repente circulo el rumor fundado de que estaban amenazando vía telefónica a sus colegas. La perspectiva de que un día una nota cotidiana significara la desaparición física de un ser querido – o el simple peso de una amenaza anónima a media noche, la hicieron desistir del trabajo periodístico. Nuevamente vi una instancia más de la convivencia social retrocediendo, desapareciendo poco a poco. Cada vez más el buen periodismo cobra una dimensión heroica. Y de por si es raro.
Tres
La lectura. Contrasto la alegría que causa una lectura infantil, el momentáneo deslumbramiento de una buena lectura pública de poesía, a la desgarradora indignación que levantan ciertas notas. Ni decir de la intensidad del reportaje o la crónica. Emociones diferentes. A pesar de que mi espíritu se cansa frente a las tensiones de un espacio público degradado, una convivencia internacional desgarrada y las evidencias de un amplio manoseo de lo privado, el papel que cumple la prensa como constructora de sociedades, de gente consciente y enterada a pesar de los filtros y los silencios impuestos, me obliga una y otra vez a retomar los periódicos, incluso aquellos con los que no coincido en línea editorial.
Todo este tiempo he buscado difundir la lectura como fuente de placer y conocimiento. Pero, ¿Qué sucede con esa lectura necesaria, esa dolorosa lectura que nos concientiza o alerta, la que retrata nuestras miserias colectivas? Algún día ese niño al que le estoy leyendo un cuento clásico, deberá leer la problemática del SIDA en toda su crudeza o lo estaré condenando a la ceguera. ¿Cómo preparamos esa transición? ¿Solo se da? ¿La lectura de ciertos discursos – el histórico, el antropológico y el periodístico, por decir algo- es un ritual de paso a la madurez? ¿El concepto de madurez es aplicable a una sociedad?